Cuando os enseñe los comienzos de esta labor me quedaba por abordar la nueva tarea de ensamblar
las piezas y que quedasen con una presencia digna y lo más parecido posible a un bolso destinado a inaugurar la temporada invernal.
Ahora ya es una realidad, he contado con la dirección de mi buena amiga Carmen, que tomo la delantera en este proyecto y luego me ofreció todo lujo de detalles que me han facilitado llegar a este estupendo resultado final.
Mi primera rosa cultivada a partir de unos esquejes que me regalaron. Ya hace casi un año de esta foto, ahora los rosales están recién podados y tomando fuerzas para la próxima primavera.
¡Buen comienzo de semana!