Retomar las labores con fuerza ha supuesto que dos trabajos iniciados con una gran diferencia de tiempo sean hoy dos piezas finalizadas casi en paralelo. Cada una tiene su historia y es una lección de aprendizaje continuo para mi.
Este bolso de mano lo he bordado y montado dos veces. Lo compré en una feria de Creativa por duplicado en el puesto de kitéalo, el primero, que era para regalar, lo terminé rápido, el segundo, que es el mío lo bordé y quedó en espera de montaje. Estos días, en los que le he dado la vuelta a todas bolsas y cajas, salió guardado con todos sus materiales y ya lo dejé a la vista con el propósito de terminarlo. Tal fue mi empeño, que el hecho de no encontrar la borla que había comprado para la cremallera no supuso un impedimento, la hice con el sobrante del hilo de bordado y así también optimice el uso de materiales.
La combinación de lino rústico bordado en punto de cruz con el estampado de la tela japonesa fue la clave para elegir este diseño.
El “Chal hojas” es el resultado de mi curiosidad por aprender a tejer con agujas circulares, que me llevo a inscribirme recientemente en uno de los talleres de luymou, está realizado con dos madejas de lana malabrigo y es el primer tejido para el que uso el método de bloqueo, y no será el último.
Sigo rescatando trabajos a medio hacer y estoy empezando un gran trabajo de punto de cruz, y mientras tanto tengo con la cabeza llena de ideas.
Disfrutar mucho con las cosas que os llenen de alegría.