Los cuadraditos de ganchillo, conocidos en el idioma universal como "granny square", se han puesto de moda. Tanto es así, que incluso exitosas marcas de moda se han atrevido a incluirlos en los modelos de sus colecciones y a aplicarlos incluso en bolsillos traseros de vaqueros dirigidos al público más joven.
Tienen un aire retro y vintage que permite todo tipo de coordinaciones. Desde las más monócromas y armonizadas a las más libres y coloridas en las que las estética permite combinar toda la gama de colores anárquicamente.
La historia de hoy comienza con la adquisición de una revista que captó mi atención por el vistoso bolso que protagoniza su portada. Un diseño de Kristel Salgarollo llamado "Doux carreaux". Siguió una excursión a la tienda de lanas de barrio, un visita calmada en la que poder escoger colores, poner una madeja al lado de otra, conservar unas y descartar otras tantas.
Después, con todos materiales listos era el momento de empezar a "ganchillear", no es uno de mis fuertes, así que bolsa en mano comenzó mi tradicional tarde de domingo con mi madre. "Mamá, quiero que me enseñes a hacer este bolso", dije. Y así empezó mi clase particular. Tras un primer ensayo y aprendidas las nociones básicas mi madre quedó encargada de su elaboración.
A sus 85 años le sigue encantando hacer labores, y en el fondo pensé que este proyecto era ideal para poner en valor la destreza que tiene con esta técnica. Pocas veces le pido que haga algo directamente, le dejo coger la iniciativa y que sea ella la que se ofrezca, así que desde el primer momento fue un bolso pensado para que ella le diese forma.
Como podéis apreciar no le tiene ninguna envidia al que aparece en la portada de "Quilt country".
Y de ella salió este precioso forro, que a modo de segundo bolso da consistencia al trabajo y decora su interior. Mi madre también se encargo de coserlo minuciosamente y dejarlo ajustado al milímetro, es muy exigente con las terminaciones.
Cómo es totalmente artesano, siguió "crocheteando" hasta el asa de la bandolera.
Y tras encajar todo el puzzle y pulir los remates el bolso tomo forma. Ahora es el momento de recogerlo hasta que lleguen los primeros fríos que traerán la ocasión ideal para ponerlo en uso.
Las bicicletas son para el verano, dicen, pero en Zaragoza se usan todo el año y mi bolso parece haber encontrado su hueco.
En este momento mi cabeza ya anda rondando algún otro trabajo, y ¿por qué no con un capazo como protagonista?...
¡Disfrutad del verano y sed felices con vuestro proyectos!.
Me encanta!! yo me compré esa revista en Francia precisamente por ese bolso que me encantó, veremos a ver cuando le llega el turno.......bsss
ResponderEliminarQué bonito ha quedado ¡¡¡
ResponderEliminarFelicita a tu madre de mi parte, que artistaza está hecha, le ha quedado inconmensurable¡¡¡ sublime¡¡¡
Dime por qué carril bici vas, por si por un casual se te cae esa preciosidad.....
Feliz verano !
Un beso
Muy bonito, hay si las abuelas levantaran la cabeza,cuantas se han entretenido aprovechando los restos de lanas un abrazo
ResponderEliminarQué bonito! Una idea genial hacer cómplice-ganchilleadora a tu madre.
ResponderEliminarBesos, Carmen María.
Que bonito ha quedado!! felicita a tu madre, menuda artista esta hecha, tal cual le ha quedado. Y tu muy sutil dejando caer jijiji. Guapisima vas a ir tu en la bici este invierno.
ResponderEliminarUn beso
Hola, es precioso el bolso!! felicita a tu madre, unas fotos muy bonitas.
ResponderEliminarbesos
Hola, es precioso el bolso!! felicita a tu madre, unas fotos muy bonitas.
ResponderEliminarbesos
Que rebonito !!!!
ResponderEliminarque ganas tendras que llegue el invierno para poder pasearlo !!!
me encanta !!!
feliz verano y a esperar,,,,,,